La Catedral de San Ignacio de Velasco



En el corazón de la Chiquitania boliviana se alza la majestuosa Catedral de San Ignacio de Velasco, un símbolo vivo del legado jesuítico y la devoción de su pueblo.
Construida originalmente entre 1748 y 1761 por misioneros jesuitas con la colaboración de la comunidad chiquitana, esta iglesia destacaba por su imponente estructura de 18 columnas salomónicas de madera tallada y un altar mayor recubierto en pan de oro y mica. Enfrentó desafíos, incluyendo incendios y deterioro, fue reconstruida meticulosamente, respetando su diseño original y utilizando técnicas tradicionales. Hoy, su fachada de adobe, balcones de madera y detalles ornamentales reflejan la rica herencia cultural de la región.
Más que un monumento histórico, la Catedral de San Ignacio de Velasco es un testimonio de la resiliencia y fe de su comunidad, y una parada obligatoria para quienes desean sumergirse en la historia y espiritualidad de la Chiquitania.